La Educación Prohibida
El balance de los últimos años en la escuela para los alumnos de un instituto en la película ha sido negativo y han vivido en un ambiente represivo, donde primaba la competitividad y el individualismo, y donde se les evaluaba con reglas duras y estrictas y que eran difíciles de superar.
Por lo que he llegado a las siguientes conclusiones después de ver la película "La Educación Prohibida".
La escuela debería ir encaminada al éxito en donde todos encontremos nuestros propósitos, metas, objetivos que pretendamos para llevar y conservar una buena calidad de vida y desarrollarnos como personas.
Por consiguiente, la competitividad en las aulas y el tedio o aburrimiento en las clases tendría que ser residual y apenas perceptible.
En la película "La Educación Prohibida" hablan del individualismo en las aulas, la discriminación y la competencia entre alumnos. Conciben a la escuela como una máquina, como un sistema de cadena de montaje mecánico y autómata propio de la Revolución Industrial y desarrollado por el Taylorismo, en la que se ve la escuela como una prisión militar en la que se adoctrinan niños desde la infancia para convertirlos en los ideales súbditos del gobierno imperante y en la que no existe una posible salida óptima y deseable. Pero éste concepto tan impersonal, nos lleva al caos, al desorden, al miedo y a la destrucción del ser humano por no cuidarlo como se merece.
Por lo tanto, la escuela debería ir dirigida a dar respuestas educacionales y motivadoras que impulsen al niño a aprender y querer seguir aprendiendo, a cuidar sus ganas de vivir desde el amor y cuidar su alegría, porque todas las personas son originales y divertidas y pueden llegar a desarrollar multitud de conocimientos. Tenemos que dar una educación integral basándonos en cada persona porque todos no somos iguales y cada uno somos diferente de otros.
La escuela debería ser un espacio abierto de aprendizaje lúdico, con un ambiente fluido y tranquilo. Los grupos deberían trabajar con objetivos claros sabiendo dónde van y cada individuo tiene que tener una autodisciplina propia con una autoeducación propia y el maestro le debe servir de guía motivándole y interesándole, debe hablar con claridad haciendo abrirse al niño para conocer sus intenciones y expectativas, y así, poder orientarle.
La educación no puede ser represiva, por lo que se debe enseñar en un ambiente de paz y armonía para que el alumno asimile y entienda los conocimientos ,y así, pueda superarlos y se sienta libre de desarrollarlos y pueda exponer sus propias conclusiones.
Espero que los modelos de "escuela" que se promueven en "La Educación Prohibida" sean una realidad gracias a la calidad de tus contribuciones como profesora... mejor pronto que tarde.
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