La escuela en el año 2030
El modelo de escuela ha cambiado mucho en 12 años, ahora se usan pizarras digitales y realidad virtual para transmitir conocimientos, pero los exámenes siguen existiendo porque es necesario evaluar al alumno mediante un método de calificación competente, también es necesario la asistencia diaria a clase y la realización de deberes para una mejor comprensión de las materias y las asignaturas, así como el dialogo con el profesor que es el experto en la materia y dispone de espíritu crítico, que filtra lo útil, contagia curiosidad y entusiasmo y ayuda a encontrar, manejar y organizar los contenido, además, de contribuir a la formación de juicio y responsabilidad individual.
La escuela no ha cambiado mucho en cuanto a sus objetivos curriculares básicos que se deben superar para pasar al siguiente curso, pero sí en tecnología y la cantidad de nuevos dispositivos de aprendizaje que se han incorporado al aula, los alumnos disponen de mesas multitáctiles, libros de papel y electrónicos, conexión Wifi, ordenadores, netbooks y tablets PC, entornos virtuales donde practicar y experimentar con la realidad virtual, pizarras digitales interactivas. Por lo tanto, la escuela es consciente de la importancia de la tecnología en la era digital y aplica el uso de la tecnologías en el aula y en la escuela. Además, el uso de la tecnología fomenta el aprendizaje autónomo, el desarrollo de la creatividad y la adaptación a los nuevos cambios y retos tecnológicos que exige la sociedad.
Con toda esta amplia y masiva introducción de tecnología en las aulas, será muy necesario la adaptación del futuro profesor con la tecnología, su entendimiento y compresión para que la puede desarrollar y utilizar provechosamente y poderla incorporar en el aula.
He leído el artículo del semanal y me parece exagerado eso de no poner exámenes, no asistir a clase y cambiar los espacios del aula haciéndolos más amplios y diáfanos como talleres de coworking, yo el espacio del aula lo dejaría como está porque lo considero adecuado, un espacio para 45 o 25 personas, pero no crearía espacios para 100 personas, ni muchos menos comprimiría los cursos mezclando gente con 7 años de diferencia, sobre todo cuando se trata de alcanzar la formación básica y se está impartiendo a chavales de 15 o 16 años que están cursando la enseñanza obligatoria. Ni suprimiría los libros de papel, que son un medio imprescindible y han servido eficaz y eficientemente durante años y no necesitan conectarse a una fuente externa, esto es la eléctrica, para recargarse. Son útiles, apropiados, sencillos, cómodos y fiables y no dejan de funcionar si tienes un corte de luz, además, tienen la información ya impresa y no la tienes que imprimir desde un ordenador. Ni, por supuesto, se me ocurriría controlar a la gente con una pulsera cuantificadora o un reloj inteligente para que controle las constantes vitales del alumno, bastante estamos controlados ahora con la libre cesión de nuestros datos entre las distintas redes sociales, como para que controlen nuestro cuerpo y nuestra mente, yo creo que ya basta, ya está bien y que esta idea de control es absolutamente desproporcionada, desorbitada y exagerada. Además, la única conclusión a que he llegado después de leer el artículo es que quieren sacar tajada y hacer negocio con el tema de la educación del futuro y que para nada le interesan ni las personas, ni los alumnos.
te ha quedado un blog muy interesante!! sigue con él y así podremos seguir leyéndote
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