Mejorar la formación y valoración social del profesorado
Sobre este tema hemos llegado a las conclusiones que primero se debería enseñar en casa el papel del profesor y no tomarlo como enemigo aunque tenga autoridad, porque esta autoridad hay que respetarla, es decir, el profesor debe tener autoridad en el aula y su criterio hay que respetarlo.
Por otra parte creemos que cobran poco por el papel que desempeñan en la sociedad, hay profesores de determinadas materias muy imprescindibles para la sociedad, como los profesores que enseñan medicina en la universidad y son formadores de nuevos médicos, estos por su complicada, ardua y extensa labor formativa deberían cobrar más.
Deben llevar, por supuesto, los profesores en general aprendida una adecuada formación didáctica de la materia que van a impartir en cada centro y adecuada a las circunstancias del alumnado y del curso.
Hemos llegado a la conclusión que debido a que hay una gran diversidad de alumnos no hay una suficiente preparación de sociología.
Socialmente creemos que no se ve suficientemente reconocida la carrera de magisterio.
Es necesario una formación y evaluación continua del profesor. Si hubiera más libertad al ser evaluado se corregiría la metodología.
Equilibrio entre juventud y experiencia, es decir, que haya jóvenes con posibilidades de acceso a la experiencia.
El ratio de alumnos por profesor debe ser apropiado en cada clase y no excesivo.
Oposiciones: los requisitos que abarcan para entrar y poder ejercer la profesión son muy amplios porque hay interinos, se requiere puntos y experiencia y están los exámenes. A cada uno de estos apartados se les da distinta valoración. Se deberían equiparar los términos y condiciones de acceso para los profesores nóveles para ejercer la profesión y no quedar rezagados al hacer el examen por no tener los mismos méritos.
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