El Libro Blanco de la Profesión Docente

OPINIÓN SOBRE EL TEXTO.
 
Creo que el filósofo José Antonio Marina se ha excedido ampliamente en la elaboración del texto "el Libro Blanco Sobre la Profesión Docente" que le pidió elaborar el Ministerio de Educación en el año 2015, con sólo la aprobación del PP y Ciudadanos y con la negativa del resto de grupos parlamentarios.

 
Es obvio, que el libro representa una alta reglamentación, complicada y farragosa para el ejercicio de la profesión complicando la vida de los futuros profesionales tanto para los profesores de magisterio de infantil, primaria, secundaria y formación profesional, ya que se les exige al igual que los médicos MIR, un largo peregrinar de siete años, cuatro años de formación de estudios de grado y otros tres de especialidad o DEP (Docentes en  Prácticas), en esta segunda parte con un examen nacional de acceso, pero no dice nada de la aportación adicional de una lengua extranjera, que me imagino que se debería aportar, como es en nuestro caso, lo cual complicaría aún más el proceso. Pues bien, en esta segunda parte de especialidad hay que superar un curso de un año de formación académica y luego realizar dos años de prácticas y realizar además otro examen para evaluar las competencias generales de todo el proceso y poder presentarse a la oposiciones del Estado. Pues bien, yo me pregunto porqué se ensañan tanto los partidos políticos con la educación y pretenden cambiarla constantemente, reglamentarla y formalizarla cada dos por tres, porque si es así, también se tendrían que preocupar del resto de disciplinas y reglamentar el acceso a la profesión para  el  resto de opositores, que es muy amplio porque abarca los técnicos auxiliares para los ayuntamientos, sanidad, hacienda y justicia, los inspectores de hacienda, los policías, los jueces, los periodistas, los enfermeros,  los mismos políticos, todos ellos tienen un margen muy laxo y amplio de actuación, porque ya ahora las condiciones de acceso son mucho más amplias y flexibles, dejando el acceso a una amplia masa de población sin reglamentar nada que lo cope y lo impida,  que también lo podrían hacer. Por consiguiente, creo que las propuestas que nos da José Antonio Marina, son como poner barreras y más barreras al campo, no se trata de decir como tenemos el triple de graduado en magisterio y otras especialidades de los puestos de trabajo que se puedan ofertar para profesorado vamos a cumplimentar y reglamentar todo para sacar a las personas del sistema, porque yo creo que es mejor esperar a la etapa de oposición cuando ya se verá quién la saca y no complicarles desde el principio donde algunos viendo la normativa tan rigurosa y complicada, seguro que desistirían y tirarían la toalla con lo que nos lleva a un fracaso del sistema al ver que muchos están desistiendo y ni siquiera aprueban los contenidos.
 
Históricamente para ejercer la profesión de docente no se exigían tantos méritos como los que requiere un médico, porque en  primer lugar para entrar en la universidad ya se exigía una nota de corte muy distinta  y en segundo lugar la realidad con que se van ha encontrar es diametralmente distinta, porque no tiene  nada que ver la labor que desempeña un médico con la de un docente en una escuela, ya que los requerimientos son muy distintos y totalmente antagónicos, por consiguiente no se les puede pedir el mismo procedimiento o uno similar para ejercer su profesión. Además desde la entrada de España a la UE se cambió el proceso de acceso para ser profesor, porque antes se realizaba el CAP que se trataba de un curso de solo unos meses al que podía acceder prácticamente todo el mundo y no había que acreditar conocimientos de una lengua extranjera para poder preparar una oposición y presentarte a ella, ahora todo ha cambiado exponencialmente y yo creo que ya es suficiente, que no hay que complicarlo más porque ahora ya está bastante difícil en relación con lo que era antes. Porque si ahora se exige tanto, se pone tantas dificultades y barreras, quién te dice que los profesores antes elegidos para su cargo sean los adecuados, ocupando un puesto sin apenas merecerlo, sin haber trabajado por ello, sin tener las competencias suficientemente reglamentadas y esto no ha pasado hace tanto tiempo. Y porque al final yo creo en quien radica el esfuerzo y la responsabilidad de su vida futura es en el alumno, es el alumno el que se tiene que preocupar de su trabajo y tener la perspectiva de realizarlo, hacer los deberes, intentar superar las  metas marcadas por el profesor y llevarlas a buen termino, porque con los profesores de antes también salían buenos médicos, abogados, ingenieros, desempeñaban bien su trabajo y con la práctica y la experiencia aún mejor y eran una buenos profesores dando bien los contenidos generales y preparándote bien para superarlos y para la vida futura pero nunca han sido comparados como médicos, ni se pretendía.
 
En el texto hay algunos aspectos con los que estoy de acuerdo en el fondo reflejados en la primera, segunda y tercera propuesta, al decir que el docente debe ser protagonista de su tarea, para lo cual no puede trabajar aislado y debe trabajar con el centro, los alumnos, las familias, el aula, otras escuelas y cooperar con otros profesores del mismo centro y de otros, con los ayuntamientos, la inspección, los servicios sociales. También, estoy de acuerdo con la segunda propuesta al decir que la eficacia del sistema educativo es acumulativa y debe comenzar desde la educación infantil ya que se ponen las bases del desarrollo futuro del niño y se le puede reconducir eliminado dificultades sociales, económicas o psicológicas en el buen camino para que tenga un futuro digno. En la tercera propuesta estoy de acuerdo con la idea de que hay que fortalecer y cuidar el centro como agente educativo esencial, como generador y mantenedor de la calidad educativa y que los docentes se tienen que especializar en los alumnos por medio de un modelo sistémico  con una visión completa del futuro educativo de sus alumnos con dos caminos distintos, una acción directa educativa con los alumnos y una acción indirecta a través del entorno, relacionándose también con sus familias y otros agentes sociales para que éste alcance el éxito educativo. Con la duodécima y la decimocuarta propuestas, estoy de acuerdo en establecer Departamentos de Orientación Psicopedagógica para que el alumno tenga éxito educativo y poder orientarlo académicamente y profesionalmente y identificar así problemas de aprendizaje, de convivencia, de habilidades sociales y facilitar la relación con sus familias. También, creo que la escuela para cumplir mejor sus objetivos educativos debe integra profesionales que vienen de otros dominios, como educadores sociales, bibliotecarios  escolares y expertos en medios digitales aplicados a la escuela. Estoy de acuerdo con el método de enseñanza transversal de cómo evaluar la competencias aplicado en la LOE y  la LOMCE en vez del método de enseñanza vertical aplicado en la LOGSE de cómo evaluar los procedimientos y las actitudes, es decir, una enseñanza por asignaturas.
 
Con lo que no estoy de acuerdo es en la creación de un Consejo  Pedagógico del Estado porque ahora ya existe un Consejo  Escolar del Estado que realizaría funciones semejantes con lo que se solaparían competencias y ya existen otros institutos en el ámbito educativo que realizan las mismas actividades. Y con la implantación del modelo en su conjunto ya que supone un proceso injustificadamente largo, difícil y complicando, cuanto que no lo considero necesario porque hay que dar mayor flexibilidad al sistema.
 
 
 
 
 
 
 
 


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